En Ya’axtal sabemos que los ingredientes sí importan, tanto en nuestra alimentación como en el cuidado de nuestra piel.
Nuestro rostro es un reflejo de cómo se encuentra nuestra salud y en esta entrada queremos compartirte sobre cómo mantener tu piel sana y cuáles son nuestros productos favoritos para tu rutina de skincare.
Nuestra alimentación influye en nuestro bienestar general, emocional y físico, elegir alimentos nutritivos con ingredientes limpios se refleja en la piel.
¿Cómo mantener una piel saludable?
1- Alimentación
A la hora de cuidar tu piel, es importante saber que nuestra alimentación influye en nuestro bienestar general, emocional y físico. Elegir alimentos nutritivos con ingredientes limpios se refleja en la piel. Aquí puedes profundizar más sobre los ingredientes limpios, qué alimentos consumir y cuáles evitar.
2- Conoce tu tipo de piel
Antes de iniciar con una rutina de skincare es importante tener claro cuáles son las características de tu piel para saber qué productos usar.
Recuerda que los tipos de piel más comunes son:
- Piel grasa: produce más sebo de lo normal y siempre luce brillante.
- Piel seca: no brilla, se ve apagada y a veces tiene escamas.
- Piel normal: tiene una luz natural, ni muy brillante ni muy apagada, es uniforme.
- Piel mixta: tiene zonas con mayor producción de grasa y otras que lucen secas.
Con esto en mente, ya puedes elegir los productos para tu skin care. A continuación te contamos cómo podría ser una rutina de skincare completa que funciona para todo tipo de piel.
¿Cómo debe ser tu rutina de skin care?
1- Limpieza
Todo comienza con una buena limpieza del rostro. Tanto por las mañanas como por las noches hay que limpiar el rostro con un producto que se adapte a nuestras necesidades y a nuestro tipo de piel.
En el caso de que sea por la mañana, con lavarnos la cara con un producto espumoso (gel, mousse…) que se ajuste a nuestro tipo de piel es suficiente. Eso sí, no puede ser cualquier producto. La limpieza del rostro es uno de los pasos fundamentales en el cuidado de la piel.
Dado que nos estamos lavando la cara, lo mejor es hacerlo con el agua templada y terminar con agua fría, de manera que ayudemos a cerrar los poros del rostro. Y en todo caso, a la hora de secarnos, evitaremos frotarnos con la toalla, mejor hacerlo posándola sobre el rostro y que absorba el agua.
Si preferimos otros sistemas de limpieza, como el agua micelar o la leche limpiadora, por ejemplo, es básico aplicar el producto en abundancia para que la piel no lo absorba enseguida y pueda realizar su función de limpieza, eliminando maquillaje e impurezas.
Haciendo esto, tendremos un rostro perfectamente limpio y preparado para el resto de nuestra rutina.
2- Exfoliación
La exfoliación iría en segundo lugar, sin embargo, es algo que no tenemos que hacer siempre porque nuestra piel se resiente y tenemos que dar tiempo a que se regenere para eliminar, ya que si exfoliamos muy a menudo, lo único que conseguiremos será dañar la dermis.
Por lo tanto, este paso no es necesario hacerlo siempre. Si tu piel no es muy tolerante puedes utilizar productos más suaves que exfolien la piel.
3- Serúm
4- Contorno de ojos
Éste sería el momento de aplicar un buen contorno de ojos. Suele ser un producto que pasamos por alto en muchas ocasiones y nos equivocamos, porque es fundamental tratar una de las zonas del rostro más sensibles y con la piel más frágil, lo que supone que es de las que antes envejecen también.
5- Hidratación
Llega el momento de aplicarnos la crema hidratante, de aportar nutrición a nuestra piel. Elegir una crema adaptada a nuestras necesidades es también crucial, según tengamos la piel seca, sensible, normal, mixta o grasa, y cuáles son las necesidades, así como nuestra edad, por supuesto.
6- Protección solar
Y para terminar, solo nos quedaría como parte de la rutina diurna, aplicar un protector solar, sea verano o invierno, aunque esté nublado, no hay excusas, siempre tenemos que usarlo.
Ahora ya solo nos queda disfrutar del resto del día (o de la noche) con una piel perfecta.